ASU anunció recientemente su plan de reapertura para el semestre de otoño de 2021, donde la mayoría de las clases se impartirán en persona, sin embargo, una cosa no está clara: si ASU requerirá o no que los estudiantes, profesores y personal se vacunen contra COVID-19.
A pesar de una disminución constante de los casos de coronavirus en la comunidad de ASU, muchos estudiantes y profesores todavía dudan en regresar en persona.
Llegar a un campus densamente poblado sin asegurarse de que todos estén vacunados es irresponsable y presenta un riesgo extremadamente alto de infección, sin embargo, ASU ha decidido seguir adelante.
Si ASU insiste en reabrir, debe exigir que los estudiantes y los profesores proporcionen un comprobante de vacunación antes de llegar al campus en un esfuerzo por controlar las tasas de transmisión e infección.
Aunque la ASU ha instado encarecidamente a los profesores y estudiantes a que reciban la vacuna, la Universidad no ha exigido que el personal del campus lo haga.
A partir de ahora, la Universidad requiere que los estudiantes que regresan proporcionen prueba de un resultado negativo de la prueba de COVID-19 antes de mudarse a su residencia, y ASU debe tener el mismo requisito de verificación para la vacuna.
Además, ASU enumera las vacunas requeridas y sugeridas para los estudiantes que ingresan, pero la vacuna de COVID-19 no está incluida.
En una reunión con La Prensa Estatal (The State Press) el 15 de febrero, el presidente Michael Crow dijo que la Universidad está considerando convertir la vacuna de COVID-19 en un requisito similar a las otras vacunas enumeradas, pero aún no está claro.
Casi cuatro meses después de la distribución, se han administrado aproximadamente 150 millones de vacunas en los Estados Unidos y solo el 16,4% de la población total está completamente vacunada, según el Rastreador de datos de COVID-19 de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC por sus iniciales en inglés).
A pesar de los aumentos en las inmunizaciones, la nación no se acerca a la inmunidad colectiva, por lo que requerir la vacuna es crucial para detener la propagación del virus.
En este punto, se ha confirmado que la vacuna es altamente efectiva para prevenir COVID-19, y es muy poco probable que una persona contraiga el virus si ha sido completamente vacunada. De hecho, los CDC recomiendan encarecidamente recibir la vacuna.
"Las vacunas que tenemos actualmente en este país son excelentes", dijo el Dr. Joshua LaBaer, director ejecutivo del Biodesign Institute. "Nadie ha tenido un caso grave y ha muerto de COVID-19 si ha sido vacunado".
ASU apoya la distribución de la vacuna dentro de nuestra comunidad al proporcionar vacunas en el sitio en el Sun Devil Fitness Complex en Tempe para las personas que se clasifican en la fase actual de priorización de vacunas de Arizona, que ahora incluye a personas de 16 años o más.
Además, la Universidad lanzó recientemente una encuesta de vacunación COVID-19, que proporciona información esencial sobre el estado de las vacunas. Con la acumulación de estos datos, el requerimiento de una vacuna sería relativamente fácil de procesar y rastrear.
Aunque estos esfuerzos son pasos en la dirección correcta, ASU debería hacer más para manejar los riesgos de regresar al campus este otoño.
Los mandatos de vacunación se están convirtiendo rápidamente en parte de la conversación de muchas instituciones que esperan traer a los estudiantes de regreso en persona. Si un virus representa una amenaza suficiente para la salud individual, tanto los estados como las organizaciones individuales tienen la jurisdicción para hacer cumplir la vacunación de sus ciudadanos o empleados.
Dicho esto, es muy probable que ASU haga cumplir que todos los miembros de nuestra comunidad reciban la vacuna COVID-19.
Según Jennifer Piatt, investigadora académica de la Sandra Day O'Connor College of Law, las personas tienen legalmente la opción de aceptar o rechazar el requisito de vacunación; sin embargo, es probable que se produzcan consecuencias como que se les niegue el acceso al campus o las clases presenciales.
Con la cantidad de tiempo antes del semestre de otoño y la implementación de la vacunación cada vez más rápida, parece factible que el cuerpo docente y estudiantil de ASU pueda recibir la vacuna antes de ingresar al campus.
"Muchos colegios y universidades están pensando en ello potencialmente para los estudiantes que regresan en el otoño, eso les da el verano y la oportunidad de abrir la elegibilidad para aquellos que quieren vacunarse", dijo Piatt.
ASU debe proteger a todas las personas en sus instalaciones, especialmente en medio de una pandemia mundial. Hacer cumplir que los estudiantes regresen en persona sin inmunidad colectiva pone a todos en riesgo, y si ASU realmente se preocupara por la salud de los miembros de su comunidad, la Universidad se aseguraría de que se tomen las precauciones necesarias.
La herramienta más prometedora que tenemos para combatir el virus es la vacuna, y deberíamos hacer planes para hacerla cumplir en lugar de tener conversaciones sobre su necesidad.
ASU afirma que sus esfuerzos se centran en el éxito de los estudiantes y el bienestar general de nuestra comunidad, pero nuestra salud está en juego ahora más que nunca sin vacunas. Para que los miembros de ASU prosperen, deben estar completamente protegidos.
Comuníquense con la periodista a crreich1@asu.edu y sigan a @cassidyreich1 en Twitter.
Nota del editor: Las opiniones presentadas en esta columna son del autor y no implican ningún respaldo por parte de La Prensa Estatal (The State Press) o sus editores.
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