Lorenza Domínguez, nacida y criada en la Ciudad Juárez, Chihuahua, México, llegó a los Estados Unidos a los 15 años, indocumentada y con miedo. Hoy, es una ciudadana estadounidense retirada quien ha estado en la fuerza de trabajo durante 45 años y mantiene dos empleos de tiempo completo en Taylor Place Dining Hall y FedEx.
Espera obtener suficiente dinero para mantener la jubilación deseable que imagina; residir en Nuevo México con su familia que no ha residido por tanto tiempo.
Después de casarse y luego divorciarse, ella crió a dos hijos dentro de los valores de disciplina y determinación en los que fue criada. Después de establecer su lugar en la sociedad, ella eligió seguir sus estudios para ser enfermera en Phoenix College, pero se vio disuadida por la realidad financiera de los costos de educación universitaria de su hijo.
Domínguez renunció a sus sueños para convertir los sueños de su hijo en realidad. Su hijo asistió a la Arizona State University, con honores, pero desafortunadamente dejó sus estudios debido a obligaciones matrimoniales.
"Las cosas buenas de la vida no llegan fácilmente," dijo Domínguez.
Ella reconoce el hecho de que uno tiene que trabajar para lo que quiere. Debido a los valores sobre los que se crió, Domínguez cree que uno debe esforzarse por alcanzar su máximo potencial.
Domínguez espera que los estudiantes chicanx aprovechen las oportunidades disponibles y representan positivamente a su comunidad en el camino.
"Tienen que traer a su gente, levantarlos y ayudarlos de muchas maneras," dijo Domínguez.
Domínguez cree que hay una falta de representación de los mexicanos con respecto a la política y en altos cargos de poder, y espera que esta generación de jóvenes chicanx genere este cambio.
“Nosotros empezamos en los campos, pero si ustedes tienen una oportunidad de venir al colegio y educarse, pues hasta arriba," dijo Domínguez. "Tienen que irse hasta arriba.”
Domínguez explica que ella y su compañero de trabajo comenzaron a trabajar en los campos en sus países, pero si alguien tiene la oportunidad de ir a la universidad y educarse, puede ascender en la escala socioeconómica y alcanzar sus metas. Implica que se tiene que seguir una educación superior para avanzar.
Domínguez cree que, como parte de la comunidad chicanx, los jóvenes deben aprovechar las oportunidades para crecer y recibir su educación.
Ella comparte por experiencia que los reveses pueden surgir específicamente hacia los estudiantes de color, por eso ella cree en la ideología que para triunfar, debemos aprender a destacar en todas formas.
De manera similar, Leticia Heizelman, miembro del personal de Taylor Place Dining Hall, brinda a los jóvenes chicanx su consejo.
“Como le dije yo a mi hijo, estudie porque si no estudies te quedarás como yo. Trabajando aquí y allá donde te pagan el mínimo. Eres de aquí, hablas dos idiomas y si tienes la oportunidad de estudiar puedes obtener un mejor trabajo. Supérate, no te quedes abajo," dijo Heizelman.
Quiere decir que los estudiantes deberían mejorarse continuamente y no permanecer estancados.
Luis Fonseca, otro miembro del personal en el Taylor Place, es de Sinaloa, México y decidió venir a los Estados Unidos para un mejor sustento. Él comparte creencias similares con respecto a los estudiantes chicanx.
“Son parte del futuro de este país y estoy muy feliz por ellos porque están sobresaliendo,” dijo Fonseca
Fonseca sugiere que para que la oportunidades surgirá para estudiantes hispanos/chicanx/latinx, o para que se abran las puertas, uno debe estar presente y listo para aprovechar cada oportunidad.
"Si estamos frente a un edificio con una puerta cerrada, nadie sabrá que estamos afuera si no tocamos," dijo Fonseca.
Fonseca cree que esto se aplica a todos los aspectos de la comunidad hispanohablante, específicamente a los jóvenes, quienes poseen el poder de crear un futuro positivo e influyente para ellos mismos y para su comunidad.
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